lunes, 13 de abril de 2009

Que se oiga la más maravillosa música


Mundo cumpa insiste con la ley de medios y recomienda a los que todavía siguen teniendo grandes dudas a que se vayan metiendo en esta historia (que es parte de la batalla celeste).
No es solamente un problema de variedad de voces ni de cupos o espacios para la producción nacional (aunque eso ya es bastante); se trata, también, de la cuestión del colonialismo cultural.
Esta idea parece vieja, pero hoy, con la expansión de los medios, artefactos e insumos tecnológicos y con la bunkerización -abandono de los espacios públicos y fortificación de los espacios privados- de las clases medias, el campo es más que propicio para imponer un universo de valores que clausuran cualquier legitimidad de lucha popular.
Y se puede seguir escribiendo sobre el asunto, pero lo que queremos desde este humilde puesto de lucha es recordarle a los compañeros, a los indecisos y a los que desconfían, que los beneficiarios de la ley de radiodifusión de la dictadura están hoy -a esta hora y a toda hora- rosqueando, amenazando, presionando, amedrentando, asustando a cuanto periodista o político se le cruce para que la ley de medios, su posible reglamentación y los miles de proyectos del Estado, las pymes, las organizaciones políticas y las organizaciones sociales se vayan sin ruido por algún retrete de los baños públicos de Constitución.

viernes, 3 de abril de 2009

Reconocimiento a un Presidente

Queremos desde esta página rendir un homenaje al Dr. Raúl Alfonsín el primer presidente del retorno a la democracia después de la última dictadura.
No vamos a entrar a enumerar las diferencias que nos separaron de él sino resaltar todo aquello que nos acercaba. Por ejemplo, la defensa de sus ideales a pesar de que el rival era la iglesia, la sociedad rural o la los apólogos del libre mercado.
La defensa de la libre determinación de los pueblos cuando apoyó a Cuba en la OEA a pesar de la oposición de Estados Unidos.

No creemos tampoco que haya sido el padre de la democracia como intentan decir algunos que ahora lo halaban pero que en aquel momento estuvieron con la Sociedad Rural en la silbatina que intentó silenciarlo o con el ejercito sublevado para destituirlo o con la corrida cambiaria que lo obligó a rendirse.

La democracia la conseguimos entre todos, a cada uno desde su lugar. Los militantes desde la lucha, los obreros desde su lugar de trabajo y a él le toco ser el presidente. Debemos reconocer que lo hizo con honradez, con la misma determinación con que gobernó su vida.

Esos que hoy lloran y hablan del gran líder demócrata, esos que hoy se sientan a la misma mesa con Gerardo Morales para apoyar la lucha de los sojeros y dicen que este gobierno está acabado y se quiere ir porque llama a elecciones, esos mismos que sin prejuicios apoyan a la gran demócrata de Carrió que considera a un gobierno elegido por el voto popular, una dictadura, pero no se presenta a elecciones.

Esos, son lo más rancio de la república y creemos desde la otra orilla que Alfonsín no se merecía ser despedido por esa gente. Creemos que merecía ser recordado por sus logros y despedido por la gente que lo apoyó no por los que lo derrocaron.

Así mismo queremos aclararle al vicepresidente Cobos que dijo que "Alfonsín era de la talla de un gigante". No es tan así, aunque realmente fue un gran hombre no era un gigante, lo que pasa es que él está de rodillas.

Se murió un gran hombre, que le tocó dirigir el país y creemos que lo hizo con honestidad y decencia. Se murió un presidente que inició el proceso democrático latinoamericano y la verdad es que lo sentimos.