Los temores de Mirtha

La Legrand estuvo hace unos días (el 15 de julio) en su programa junto a (¡Otra vez!) Francisco De Narvaez; también estuvo el periodista Sietecase y un médico que era parte del decorado.
En un almuerzo plagado de verba antiK a Chiquita se le ocurrió decir que la gente por las calles no se anima a hablar. Sietecase se hizo el sorprendido por las palabras de la anfitriona y el Colo afirmó con ejemplos lo que era una bravuconada de la vieja (no con demasiado énfasis porque se dio cuenta de que la anciana se pasó de rosca).
En MC nos preguntamos dos cosas sencillas:
1) Qué roce tiene la Mirta con "la calle".
Uno que anda de aquí para allá escucha a unos y a otros, a gorilas, a algún amigo o compañero de trabajo que repite aquello de "la sobervia de los K" como si querer meter a la peonada y decirle lo que hay que votar fuera un acto esclarecedor y democrático que permite oir las voces del pueblo. En fin, no parece que "la gente no se atreva a hablar"; tal vez, Chiquita se equivocó de año y se pensó que estabamos en 1979, no en 2009. Puede ser.
2) ¿Para quien habla la Mirta?
¿Se ve ese paskin revulsivamente gorila fuera del país? De ser así, estaríamos ante propaganda para el exterior destinada a convencer a los vecinos de la América que estamos ante la mismísima dictadura y que necesitamos un Honduras o unos Cruceños a la boliviana (¡Esos si que escuchan a la oposición!).

Pero volviendo a su público local, alguien lo dijo ya en otro blog: la idea es que uno quede convencido de que está loco, que quede aislado.

Cae la nieve mortal, pronto llegarán los Gurbos. El Eternauta se prepara para volver.