viernes, 1 de mayo de 2009

Un instante en la patria de la felicidad

Todos alguna vez deberíamos tener derecho a tener suerte. A poder ser felices. Acertar un númerito a la quiniela, que Pampita nos de bola, que el vaso de vino sea rico y a la temperatura que la boca lo espera, que el choripán no esté ni pasado ni crudo y que el pan esté crocante. Igual todo esto lo cambio por que Pampita me de bola.

Igual, más alla de la suerte hay algo que no podemos esperar que alguna vez nos toque y eso es la redistrubución de la riqueza, esto lo conseguimos peleando o nos lamentamos toda la vida. Porque la compañera Carrió y la Saciedad Rural no creo que nos lo de o lo quieran compartir con nosotros.

No podemos literalmente permitir que nos engatucen los medios masivos de comunicación con todo su aparato para hacernos creer que lo que se está haciendo está mal, que esta mal que los sojeros paguen retenciones para que el gobierno haga hospitales.

No podemos permitirnos el lujo de volver la decada del neoliberalismo salvaje que nos arrebató hasta el más elemental de los derechos, que ahora lo vemos como algo natural pero hasta por eso tuvimos que luchar, este es el derecho a trabajar y tener un sueldo digno por el trabajo realizado.

Por eso festejemos este primero de mayo con la alegría de que casi todos en la Argentina estamos recuperando el trabajo y la dignidad de volver a ser laburantes y los que todavía faltan, sepan que seguimos pensando en ellos. También festejemos con unos buenos choripanes y vino y si Pampita nos da bola aunque solo se un segundo, será un segundo pero sera en la patria de la felicidad.

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